Convocadas por la Red por la Gestión del Territorio bajo el lema “Estamos quemados. Nunca más abandono del campo”, unas 250 personas han recorrido las calles de Arenas de San Pedro el 5 de octubre de 2025 para mostrar su indignación por la ineficaz y negligente acción de los responsables autonómicos ante la reciente oleada de incendios.
La Red por la Gestión del Territorio, entidad que tiene su origen en el Manifiesto por la Prevención de Incendios y la Gestión Sostenible del Valle del Tiétar, firmado por más de 40 agrupaciones sociales, ha conseguido reunir a unas 250 personas en el recorrido desde la Rotonda de la Corona hasta la Plaza del Condestable Dávalos, donde ha concluido la manifestación sobre las 14 horas.
La indignación y la tristeza por los desastres provocados por los grandes incendios forestales que han sufrido la comunidad y la provincia se han transformado en esperanza, en energía y en la convicción de que, si las administraciones municipales, provinciales y autonómicas no sienten la presión popular, no se corregirá la situación de gran vulnerabilidad que amenaza con convertir el Valle del Tiétar en un paisaje de cenizas.
La protesta, potenciada con la participación de una batucada, ha mantenido un tono reivindicativo y se han podido leer lemas como: “Ni una hectárea más”, “Más prevención y menos extinción”, “Stop negocio del fuego”, “Menos toreros y más bomberos” o el clásico “Los incendios se apagan en invierno”. Seguramente resumía muy bien el sentir de la manifestación una madre que había colgado en el carrito de su bebé: “Estáis quemando mi futuro”.
Al final de la manifestación se ha leído el manifiesto que dio origen a esta Red, para recordar las exigencias fundamentales de las convocantes: la puesta en marcha de una Estrategia para la Prevención de Incendios y la Gestión Forestal (con una atención especial y urgente sobre la interfaz urbano-forestal), que involucre a la administración, las universidades públicas y el tejido social; la formación de la Mesa del Bosque del Tiétar para promover la participación y fiscalizar “desde abajo” los presupuestos de prevención; la dignificación y la estabilidad laboral de los bomberos y bomberas forestales.
Los programas de gestión del territorio habrían de incluir los cortafuegos de los paisajes en mosaico, la dinamización de la economía local con el aprovechamiento regulado de los recursos naturales, el manejo forestal regenerativo con labores silvícolas y de prevención y planes de intervención en la interfaz urbano-forestal que incluyan la formación y dotación de personal voluntario.
Si estas medidas sonaran a irrealizables, basta pensar en el coste social, económico, medioambiental y en vidas que pueden suponer los grandes incendios forestales, que pueden destruir comarcas enteras y convertirse en emergencias nacionales.
Las entidades que conforman esta red colaborativa no van a cesar en su propósito de hacer todo lo posible para evitar que se repitan las catástrofes que han sucedido este año. Se informará puntualmente a la población del Valle de próximas movilizaciones e iniciativas.
